domingo, 23 de octubre de 2011

Patricia del Río: “El periodismo es un trabajo absolutamente apasionante y absolutamente absorbente”


Antes de ir a comprar adornos navideños a Mesa Redonda con su hijo Adriano de 3 años, Patricia del Río se dio un tiempo para hablar con un estudiante de periodismo sobre su realidad laboral, su pasado en Radio Programas del Perú (RPP), su movimiento en Twitter, y de su trabajo en televisión, y no hablo del de leer un telepromter como lo hace todas las noches, de lunes a viernes, por canal 9, sino del programa que tendrá en señal de cable en los próximos meses. Lingüista y también profesora, respondió a mis inquietudes.


¿Tan apasionante es el periodismo que personas de otras profesiones se involucran en él? Álvarez Rodrich, Rosa María Palacios, Raúl Tola...

Es una muy buena pregunta. Sí, y supongo que para mí que he estudiado lingüística es más apasionante aún porque la lingüística es la base de las comunicaciones, el lenguaje es la herramienta número uno del ser humano para enfrentarse al mundo. Y creo que el periodismo es la puesta en práctica de eso mismo de manera profesional. Es un trabajo absolutamente apasionante y absolutamente absorbente.

Pero en tu caso ¿Por qué decidiste sumergirte en el periodismo?

Estudiar comunicaciones siempre fue una opción, pero en mi época la Universidad Católica no tenía esa carrera, y a la Universidad de Lima yo no iba a entrar porque era como un cliché que las chicas ingresaran a estudiar comunicaciones ahí, esa facultad parecía más una pasarela de modas. Creo que yo no lo decidí. Yo me encontré con el periodismo, me vi haciéndolo y me gustó.

Y parece que es lo tuyo. Escribes en Perú21, estuviste en RPP, ahora estás en ATV…

Pero también podrías decir lo mismo de la lingüística, que también era lo mío porque me iba bien. Y en general las cosas que he hecho en mi vida las hice con mucho entusiasmo. Creo que debemos saber sobre las cosas en las que tenemos talento. Jamás en mi vida se me hubiera ocurrido estudiar ingeniería, soy una bestia en matemáticas ¡Hubiera sido la peor ingeniera del mundo! Cada uno tiene que ser consciente de su campo de interés. Pero más allá de eso, encuentres o no el trabajo de tu vida, tienes que ponerle ganas.

Entonces, estar en Somos (la revista fue su primer centro de trabajo en el periodismo) fue un reto…

Yo todo lo tomé con vocación de aprendizaje, con la misma seriedad en la nota que me tocara. Estando en RPP recordé la variedad de temas que toqué en Somos y que me sirvieron mucho, porque en la radio, que es este espacio impredecible donde tratas temas en los que no te has preparado, me di cuenta de la cantidad de cosas raras que sabía por haber hecho periodismo de revista (risas). Creo que tenía condiciones para ser periodista porque era lingüista, y porque tenía condiciones para realizar una carrera de letras.

¿Por qué decidiste tu salida de RPP después de 5 años de estar laborando en ese medio?

Soy una persona que cree que si uno no se mueve no cambia. Los cambios pueden ser positivos, y a veces no, pero son necesarios. Yo cada cinco años cambio de trabajo, y siempre es por la misma razón, nunca me he ido peleada de ningún lado. Siempre ha habido alguien que me ha ofrecido una oportunidad que para mí representa un reto, RPP ya no me retaba, y la televisión era un pendiente.

Pero anteriormente ya te habían propuesto trabajar en televisión

Sí, pero en ese momento estaba en pleno proceso de aprendizaje en RPP, aún no había cubierto ninguna campaña presidencial ni electoral. Recuerdo que ni bien entré a la radio, a los cuatro meses, me llegaron ofertas para hacer televisión, algunas insólitas como dirigir programas de entretenimiento y espectáculos ¡cojudeces! También me ofrecieron trabajar en noticieros, como lo estoy haciendo ahora. Pero yo en RPP entrevistaba, en una semana, a más personas que alguien que trabaja en televisión podría hacer, probablemente en un año o en toda su vida. Y eso era un privilegio que no me lo iba a perder.

Tu estancia en RPP coincide también con el ingreso y salida de Milagros Leiva. Justo dos referentes de la radio se van…

Sí (risas), creo que la coincidencia se da por un tema generacional. Para sentarte en la silla de RPP tienes que tener determinado aplomo y recorrido, determinada edad, y Milagros y yo habíamos demostrado solvencia al hacer nuestras entrevistas. Curiosamente el puesto que yo ocupé en Ampliación de noticias, que fue mi puerta de entrada a la radio, lo iba a tomar Milagros, ella era la primera opción. Pero no quería desvincularse de El Comercio. Fue una casualidad absoluta que nos hayamos ido al mismo tiempo, pero salimos por razones muy distintas.

Tener una columna de opinión te trae conflictos ¿Qué pasó con el que tuviste con Rocío Silva?

Creo que el tema de ‘Mocha’ García Naranjo ha sacado mucha roncha. Esa semana me peleé con medio Facebook. Los peruanos en general no sabemos discrepar sin picarnos, ese es el primero punto. Las personas tienden a juzgarte cuando tus ideas no les gustan. Lo sucedido con Rocío…creo que a veces uno se ofusca más de la cuenta. A veces uno dice una cosa y el otro se ofende y contesta otra peor…Es parte de la chamba.

Para determinados casos, personas que pueden seguir una misma línea de opinión se desentienden. Tú y Rocío dicen ser ‘caviares’, pero discreparon frente al caso García Naranjo.

Yo hubiera opinado igual sobre otro ministro de cualquier otro gobierno, y ahí está mi coherencia frente a mi postura ideológica, política o como quieras llamarla. Yo no voy a amoldar mi opinión al gobierno de turno por más que éste, en términos teóricos, me guste más que los anteriores. Me da risa porque la gente me exige objetividad cuando escribo mi columna, me dicen que me creo dueña de la verdad, pero de lo único que soy dueña es de mi opinión.

Y a propósito de la gente ¿Cómo es tu tráfico en Twitter?

Twitter es como el juego ‘callejón oscuro’, entras y todo el mundo te pega (risas). Facebook es una fiesta a la que vas invitado con tarjeta, porque sabes quiénes van a estar; Twitter es como una discoteca, se te acerca quien sea. A raíz del artículo que escribí sobre el acoso sexual contesto menos a los usuarios. Fue cuando recibí esta especie de bullying. Me deprimió mucho que el ‘apanado’ venga por un tema de género, porque en el Perú estamos demasiado lejos de donde deberíamos estar en tópicos como ese.

Felizmente, cuando eso sucede, tienes a un hombrecito aquí que te distrae para bien.

Y no sólo me distrae para bien, mi hijo me obliga darle a las cosas su verdadera dimensión. Ese sábado, por ejemplo, que publiqué el artículo sobre el acoso sexual, me cargué de esa onda tan negativa de la gente por Twitter que, Adriano, al verme mal, cogió mi celular y le tiró un vaso con chicha. Fue su manera de decir ¡Basta! Y desde entonces dije que nunca más dejaría que vuelva a pasar eso porque tengo un hijo que criar, que se merece a una mamá tranquila y en buen estado de ánimo.

Supongo que el ser profesora es otro tipo de desfogue

También. Enseño desde los 19 años. Me encanta la docencia. A veces me gustaría tener más tiempo porque lo ‘pajísima’ de ser profesora es que te enfrenta a puntos de vista de otras generaciones. Y esto para mi trabajo es súper importante.

¿Recuerdas alguna anécdota dentro de las aulas?

Una vez me desmayé frente a mis alumnos, en la UPC (Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas). Un chico se había operado la nariz y fue a la clase parchado, sin haberse recuperado, con sus ojos rojos, y yo trataba de no mirarlo porque su cara era muy impresionante (risas). Y yo no puedo entrar a una clínica, no puedo ver sangre. En un momento el chico me pidió que lo ayudara con un ejercicio porque era un curso de redacción, yo me acerqué por atrás para no mirarlo, y él volteó para hablarme, su rostro estaba muy cerca al mío y me mareé horrible. Luego me fui caminando y me caí.

Me enteré que cuando enseñabas en la PUCP le gritaste a una chica en una clase, y para el ciclo siguiente ella se cambió de carrera ¿Qué le dijiste?

¡Qué le habré dicho! pobre chica. Pero en la Católica me encontraba con alumnos que no leían periódicos, y a mí me da mucha cólera esa gente que no se toma en serio sus estudios. Puedo ser muy dura con alguien que se toma muy a la ligera las cosas, me molesta el desprecio que tienen algunos de su propio futuro. Yo soy de una generación que entró a la universidad, y donde al mes siguiente arrancaron los ‘paquetasos’. Vi a mucha gente con talento dejarla porque no podía pagar la boleta a la que de pronto se le aumentó un cero. Si pagabas 5 mil, al mes siguiente tenías que pagar 50 mil porque así fue la inflación. Y la universidad nacional no era una opción porque estaba Sendero Luminoso. Y que los alumnos de ahora, que saben que están sentados en una carpeta donde es un privilegio estudiar, me vengan con no tomársela en serio… ¡Por favor! Es para cachetearlos.

¿Y cuán distinto es estar frente a cámaras en tu nueva etapa laboral?

Es totalmente distinto a lo que he hecho antes, pero no es tanto la cámara como la espectacularidad. En la tele tienes control de todo, y todo es como una puesta en escena, esa es la mayor diferencia. En la radio era como estar en la sala de tu casa. De pronto se hablaba sobre un tema de historia y Raúl (Vargas) llamaba a Efraín (Trelles), que bajaba y al llegar a cabina decía “¿Qué pasa? ¿Estamos al aire?” “Sí, ven, esta es como nuestra sala, siéntate y conversa” ¡Magnífico, pues! Se extraña esa cosa tan natural que tenía la radio.

¿Quieres adelantar algo de lo que harás en televisión?

Sí, estaré un programa noticioso que durará 2 horas. Habrá manejo de información y entrevistas a distintos tipos de personajes, gente ligada a la política, a la cultura, a las artes. Yo calculo que el programa saldrá al aire a inicios del próximo año, pero tal vez es en diciembre. Sólo queda esperar.

viernes, 1 de julio de 2011

Apuesta por una utopía

Las palabras de un sacerdote italiano en la celebración de una misa a la que asistí el domingo pasado, referidas a la existencia del infierno, me hicieron reflexionar por el orden al que responde la Iglesia católica. Este cura afirmó con mucha seguridad que el infierno no existe. “¿Cómo Dios, que es tan bueno, puede mandar al infierno a una creación que fue hecha a su imagen y semejanza? ¿Cómo es posible concebir que Dios es capaz de condenar al hombre a ‘vivir’ en un lugar de sufrimiento para toda la eternidad?” No pocos levantamos la mirada de forma pensativa, seguramente dándole una relativa razón al padre. Y es que si en verdad pensamos que Dios es bueno, bondadoso, y perdona ¿Por qué no creer en los argumentos de un referente, un intermediario, un intérprete de la palabra de Dios? ¿Acaso debemos seguir el conservadurismo de la Iglesia y ser temerosos, hasta la muerte, de ir a parar al infierno tal y como ésta institución dicta?

Inmediatamente asimilada estas polémicas declaraciones, me puse a pensar en Dante y su adornado y creativo infierno. La forma de un cono volteado, dividido en nueve espacios - donde las almas son clasificadas a partir de la gravedad de los pecados cometidos en vida- que conforman este entorno imaginario, iban desapareciendo de mi cabeza uno a uno. El miedo que condicionaba mi vida, hasta entonces, de ir al infierno por algún desobedecimiento a los “Diez mandamientos”, de pronto se desvaneció.

Ahora, claro, muchos se habrán puesto a pensar, apropiándose de este sustento, que el hombre puede hacer lo que quiere en el mundo. Total, Dios perdonará todo acto en perjuicio del mismo hombre ¿no? Qué habrá pasado con Hitler y Lenin al haber estado, sus almas, siendo juzgadas ¿Fueron perdonados, entonces? El sacerdote tampoco ahondó más en el tema, seguramente entendiendo del criterio de cada uno de los presentes para descifrar lo que quiso decir y las ideas que involucran, y no contar con algún ‘mensaje subliminal’ porque a cualquiera se nos pasa. Pero sí dijo “Nosotros actuamos sin pensar, somos ingenuos.”

Saltan a relucir también los cuestionamientos relacionados al proceder de la Iglesia respecto a los sacramentos que con tanta autoridad y vehemencia impone para enderezar –dicen- la vida del hombre. ¿Bautismo? ¿Comunión? ¿Matrimonio? Si el hombre debía seguirlos para ser perdonado después de pecar ¿Qué sentido tendría aplicarlos en la vida si no hay infierno? ¿En qué abismo caeríamos al ser pecadores, si Dios no lo permitiría?

Recordé también haber leído el Fedón. En esta obra de Platón, se muestra a Sócrates minutos antes de su muerte hablando con sus discípulos y amigos de no temer a dejar de existir. Si bien se entiende que la intención del filósofo es lisonjear la práctica de filosofar –porque una vez que el alma se desprenda del cuerpo se librará de los deseos y pasiones que lo ciegan, alcanzando un estado puro y predispuesto a razonar- es rescatable y válida la posición que mantiene sobre el alma y su reciclamiento. Es decir, el alma una vez que abandona el cuerpo migrará a otro y le dará vida, y así sucesivamente hasta lograr su purificación, y finalmente, una vez listo, poder ser parte del cielo y deslizarse por doquier.

Encontramos así, dos posturas de lo que podría sucedernos una vez muertos -una mejor argumentada que la otra, claro está-: la de ser perdonados por nuestros pecados sin importar sus injerencias en vida, y la purificación del alma a través de la historia, adoptando identidades terrenales, para alcanzar el cielo. Si miramos bien, podemos valernos de cualquiera para postrarla como una guía de vida, aunque la opinión del sacerdote podría contraponerse a la de Sócrates si los que leen esto son católicos fervientes y están abiertos a esta posibilidad – lo aclaro porque también hay católicos fervientes conservadores-. De ser así, y de propagarse esta nueva concepción que implica la muerte, la Iglesia podría encontrar inestabilidad. Pero no por lo que representa, porque cumple bien su papel de hacer perdurar el nombre de Dios, sino por la adhesión de adeptos y control sobre la conciencia de las personas. Después de todo, ha sido un personaje de la ‘casa’ quien invita a reflexionar de esta manera.

Pero no estoy, en estos momentos, para criticar a la Iglesia, y más bien defiendo el control que deben ejercer ciertas instituciones sobre el desenvolvimiento del hombre. La religión me parece un buen elemento de disciplina. El padre italiano, si bien no sumó más argumentos a su visión, no quiso decir que el ser humano podría hacer lo que quería en esta vida, como matar o robar, al decir que sería perdonado por Dios.

Creo que él entiende en el buen juicio y capacidad de razonamiento de los individuos para vivir en mundo donde no se perjudiquen drásticamente –porque de todas formas seguiremos pecando y lastimaremos a otros-. Si Dios siempre nos perdonará será porque somos propensos a dejarnos invadir por deseos y pasiones eventuales que no permitan un bien común, y además porque con el pasar de los años comprenderemos qué no debemos hacer. Puede ser que falten miles de años para una permanente estabilidad de vida entre los hombres, y puede que nosotros mismos perdamos la fe, pero Dios –al parecer- esperará nuestro cambio y de ninguna manera dejará su fe a un lado por nosotros. Y cuando su hijo baje del cielo otra vez, para el llamado Apocalipsis, será para decirnos “Ya son hombres”.

domingo, 12 de junio de 2011

Para entender al consumidor chicha

La prensa sensacionalista nacional encontró sus mayores dotes y métodos de proceder en la sociedad de los años noventa. El gobierno del ex presidente Alberto Fujimori, mediante su entonces asesor Vladimiro Montesinos, desencadenó toda una cultura de (des)información dirigida hacia los predominantes sectores populares, ‘comprando’ a los dueños de los medios de comunicación y creando diarios amarillistas, condicionando así el buen desenvolvimiento de la prensa. El único objetivo era el de desviar la atención de los peruanos de la situación real del país y así poder actuar libremente, sin ningún tipo de control y críticas de parte de la población. Aquellas portadas de los diarios orientadas hacia el escándalo de la noticia, inundadas de imágenes, con un desarrollo mínimo de la información en sus páginas y carente de relevancia para la formación del ciudadano, acostumbró a todo un grupo social a este despliegue –si se puede llamar así- periodístico con su formato y contenido. Y que hasta hoy se mantiene vigente.

Pero no sería del todo correcto afirmar que de no haber incursionado el gobierno de Fujimori en el manejo de la información, no hubiera existido el desenlace del que ahora somos partícipes con la cultura chicha. La prensa sensacionalista es un fenómeno cultural que existe en todos los países de Sudamérica, y que además es propio de los territorios del capitalismo tardío. Si bien, diarios como El Chino, El Chato, El Men y La Yuca, aparecieron en época de elecciones presidenciales y municipales para desprestigiar a la oposición y favorecer al régimen, siempre con un discurso carnavalesco, no se iniciaron con esta idea de representar a un sector social como sí lo hizo, por ejemplo, el Ojo en 1968. La prensa amarilla no es un producto de la ignorancia dirigida a ignorantes, y menos aún deviene de maniobras políticas, sino de una forma de ver el mundo.

Prensa amarilla vs Prensa tradicional

La llamada prensa amarilla surge en el Perú en los años cincuenta con Última Hora, para romper con la hegemonía de la prensa tradicional. Esta última, desde sus orígenes, ha tenido como público objetivo a las personas que se deslizaban en los estratos medio/alto del país (empresarios y aristócratas). El diario El Comercio, por ejemplo, se preocupaba –y lo hace hasta ahora- por desarrollar temas como política, economía y sociedad –las llamadas “zonas duras”- y que, por supuesto, era de interés común. Sin embargo, existían factores evidentes para que muchos peruanos desistieran de su consumo: el económico, este periódico no estaba al alcance de muchos bolsillos; el analfabetismo, esta adversidad abarcaba a gran parte de los habitantes, la lectura no era de práctica constante; y las semejanzas, al estar dirigido a las élites, se mostraban realidades distintas a las del sector popular. A todo esto, había una exigencia tácita de gran parte de la población por acceder a la información periodística, acomodada a su lenguaje y cultura.

El nacimiento y posterior establecimiento de los diarios chicha se acontece porque se presentan como una alternativa de información más cercana a la realidad de un grupo social. Se ajustaban a las exigencias: Colores intensos, lenguaje amigable, textos más ‘digeribles’ de leer, temas vinculados a la vida pública e imágenes en gran cantidad. Fueron elementos que confluyeron para que los diarios sensacionalistas lograran ser informantes de este sector social, con una visión claramente subjetiva del país. Tanto Última Hora, pasando por Ojo, como El Popular (1984), supieron marcar tendencia e ir reelaborando la estructura de la prensa chicha a medida que pasaban los años.

Sería errado decir, entonces, que los diarios chicha representan a un grupo de personas ignorantes. Se ha comprobado que aquellas personas que consumen estos periódicos sólo buscan un desfogue del enfoque formal y duro de la realidad[1]. Como propio de la cultura visual, prefieren informarse por la televisión, o escuchar por radio las noticias que compete a la agenda nacional. El consumo de prensa sensacionalista se da porque ésta se introduce en otros ámbitos que los medios tradicionales no atienden, y además le dan otra mirada –más grotesca, chistosa, conmovedora, etc.- a los acontecimientos ocurridos en la sociedad. Actores como las vedettes y los futbolistas, que colman las páginas de estos diarios, son referentes de identificación: parten de realidades similares y logran sobreponerse a los obstáculos de la vida.

Este texto sólo se remite a demostrar que si existen prejuicios y etiquetas hacia los consumidores de prensa sensacionalista vinculados a la ignorancia, deberían tener un hilo conductor distinto. Hay tantos temas y formas válidas de contar una historia como las maneras de asimilarlas. En la variedad está el gusto.


[1] Según Sandro Macassi, este tipo de consumidor se aproxima a la prensa chicha, pero no la convierte en su referente informativo central. La atiende porque responde a sus necesidades de entretenimiento. En Prensa Amarilla. Lima: Centro de Investigación Asociación de Comunicadores Sociales Calandria. 2001. Pág. 45.

domingo, 29 de mayo de 2011

Debate presidencial: Keiko Fujimori - Ollanta Humala

sábado, 28 de mayo de 2011

Las 10 noticias más importantes del día

Una mirada a lo más destacado de este fin de semana:

La más importante. Final en Wembley por la Champions League. Barcelona vs Manchester United


1. Final Champions League 2011: Barcelona vs Manchester United

2. Pobladores de Puno y autoridades de Estado llegan a un primer acuerdo para terminar con el paro. Protestas se deben a concesiones mineras.

3. Elecciones presidenciales: Última encuesta realizada por IOP-PUCP: Fujimori 44.2% Humala 43.7%

4.
Policía muere tras robo a funcionaria del municipio de San Juan de Lurigancho. Delincuentes se llevaron S./220 mil.


5. Mañana es el debate presidencial entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala en hotel Marriot de Miraflores. Conozca los desvíos ante cierre de calles.

6
. Hoy empieza el Torneo Intermedio con 16 encuentros entre equipos de primera y segunda división del fútbol peruano.

7. Alberto Rodríguez es presentado en su nuevo equipo: Sporting de Lisboa.

8. Padre de Ciro Castillo mantiene esperanza de encontrar a su hijo.


9. Libia: continúan bombardeos de la OTAN.

10. Lista de los 10 mejores juegos en PC del mundo.

lunes, 9 de mayo de 2011

Perspectiva de desarrollo


Si se busca en el diccionario el significado de la palabra “desarrollo” uno podrá encontrar “crecimiento”, o explicaciones relacionadas a un ostentoso avance hacia un objetivo. Los discursos de las autoridades políticas vinculan el desarrollo con el crecimiento económico -y algo tiene que ver-, pero no se entiende bien para qué alcanzarlo. ¿Qué es lo que se busca al escoger a un candidato a la presidencia de un país? ¿Que haya un alza económica?, y eso implica ¿Salir del “subdesarrollo”?

No se debe concebir la obtención de la riqueza como un anhelo o un fin, la existencia del hombre no se sustenta en generar dinero. Empero, la psique social ha sido adiestrada para el uso constante del factor económico, ya que permite acceder a nuevos ritmos de vida, a otras realidades, a bienes materiales, y sobre todo, permite a las personas deslizarse en el mundo. Esos motivos llevan a la economía a tratarla como el motor de vida del hombre, ó, tal vez, como un propósito.

Pero, la economía sólo es un medio. Abre la posibilidad de satisfacer necesidades, pero no es lo que busca el hombre, es muy simple y limitado. El desarrollo no puede ser medido acorde a ella; pero sí a partir de la libertad que provoca.

No puede hablarse de desarrollo en un país si el hombre ve privada su libertad. Y es que las sociedades y pueblos crecen de acuerdo al tipo de vida que valoran las personas y las razones que tienen para valorarla –la cultura. Ya, Amartya Sen, –filósofo y economista indio- supo explicarlo: “el origen de la economía se encuentra en gran medida en la necesidad de estudiar la valoración de las oportunidades que tienen los individuos para vivir bien y de los factores causales que influyen en ellas”.* Pero, muy a menudo, el abuso de poder impide que se concretice esta, hasta ahora, utopía.

No se trata de eliminar o luchar contra ideologías, de hecho, el hombre necesita de éstas para poder crear orden. La libertad necesita de políticas –otro medio determinante- que admitan la convivencia plena de las personas. El individuo no puede ver intervenido su estilo de vida por terceros que buscan algún tipo de beneficio -Rousseau lo llamaría “Contrato social”-, ni estar exento de algún tipo de gobierno, ese entorno sería de anarquía, y la libertad no se ejerce en ese espacio.

El hombre ha olvidado que toda su actividad tiene injerencia en la de sus similares; él no vive solo. En realidad se habla de “subdesarrollo” de muchos países porque no presentan simetría económica con otros pocos. La tendencia es asemejarse a las llamadas potencias mundiales, pero mientras esto no se logre, todo queda en un mito del desarrollo.

Francis Fukuyama se atrevió a hablar de un “Fin de la historia” debido a que el capitalismo –tras alzarse como vencedor ante el comunismo por la caída del Muro de Berlín- era el modelo económico ideal y, que en adelante, todo país debía adoptar. Pero además, porque ya no existía otra ideología fuerte que pudiera polarizar el mundo. Por lo tanto, éste se tornaría homogéneo, sin lugar a diferencias entre sociedades. La libertad del hombre se sucedería con el traspaso del tiempo. Sin embargo, esto no ha pasado.


La economía y la política son los medios por los cuales el hombre alcanzará su libertad –hablamos de manera general. La libertad incita eficacia y generación de ideas para un convivir general; porque los individuos nacen para ayudarse. La libertad es lo que quiere el hombre.

*SEN, Amartya . Desarrollo y libertad. Plaza Edición: Barcelona. 2000

sábado, 30 de abril de 2011

!Adiós, Ernesto Sábato!

Ernesto Sábato (1911-2011)

Saber que la muerte está cerca y esperarla con la paciencia oportuna es propio de una persona que ha sabido disfrutar de la vida. Pero, tal vez, para un escritor y literato es distinto; Ernesto Sábato lo entendía así. Plasmar en palabras cada momento e instante vivido caracteriza a aquellos que no se conforman con quedarse con esa experiencia, pues comprenden que las circunstancias son fugaces, y que para eternizarlas, para adornar y precisar esas mismas, necesitan de una pluma y un papel.

A los 99 años, y alojado en la comodidad de su hogar en Santos Lugares, Argentina, Sábato dejó de existir. El escritor ya venía padeciendo de malestares crónicos, lo que auguraba un pronto desenlace como el ocurrido en esta madrugada. “Hace como 15 días tuvo una bronquitis y a la edad de él esto es terrible”, expresó su colaboradora Elvira González Fraga a radio Mitre. El día de hoy, Ernesto Sábato iba a ser homenajeado en la Feria del Libro que en estos momentos se celebra en Buenos Aires; sin embargo, su muerte no será impedimento para su realización.

El autor de “El túnel”, “Sobre héroes y tumbas” y “Abbadón el exterminador”, siempre supo conmover a sus lectores. Ganó el Premio Miguel de Cervantes en 1984,máximo galardón que se otorga a escritores de habla hispana. Su obra se caracterizaba por tener presente al individuo como tal y cómo, con el devenir del tiempo, éste iba siendo preso de sus propias ideas y creaciones. Apuntaba a la civilización tecnocrática como desintegradora del hombre, específicamente los regímenes políticos; la búsqueda de pensamientos filosóficos que puedan superar la insuficiencia racional del hombre; y a su misma persona con problemas que no podía comprender.

Precisos momentos en que Sábato entrega informe "Nunca más" a Raúl Alfonsín

Raúl Alfonsín, presidente de la Argentina entre 1983 y 1989, se valió de esta visión de Sábato para nombrarlo como director de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), tras el gobierno de facto de Jorge Videla en los setentas. En 1984, en un informe titulado “Nunca más”, el equipo de investigación de la Comisión recogió testimonios y documentó 8.960 desapariciones y la existencia de 340 centros de detención ilegal y tortura.

La literatura ha sufrido un golpe. Pero Ernesto Sábato esperaba este momento. "Siempre es levemente siniestro volver a los lugares que han sido testigos de un instante de perfección", dijo el escritor antes de publicar su última obra en el 2004 "España en los diarios de mi vejez". Sábato sabía que para cerrar la novela de su vida, ésta necesitaba estar en palabras. Tampoco se olvidó de escribirle al equipo del que era hincha Estudiantes de La Plata, y es que a Sábato muy pocas cosas se le olvidaron.

lunes, 25 de abril de 2011

El jueves santo de ahora

La chica de lentes y polo blanco recorría la Plaza de Armas de Lima sin entender el espectáculo que se suscitaba. Era jueves santo y ella pensaba encontrar un ambiente apacible, en donde las personas mostraran cierto arrepentimiento y una actitud de reflexión. La plaza estaba inundada de gente que antes de querer entrar en la Catedral esperaba, sentada o caminando de un lado a otro, el paso del tiempo como si de un entretenimiento se tratara.

La fuente de agua ubicada en el centro de la plaza aparentaba ser un elemento estético perfecto para tomarse una foto. El correteo de los niños se veía motivado por los innumerables objetos de entretenimiento, como globos y pelotas, y también, algodones de azúcar. Las parejas aprovechaban este espacio para demostrar su afecto, mientras los vendedores de rosas los seguían hasta lograr su cometido. Muchas familias optaban por permanecer en la zona, y buscaban cualquier lugar que les pareciera un asiento improvisado ante la total ocupación de las bancas existentes en la plaza.

La joven, catequista en una iglesia cerca de su casa, miraba con asombro las actividades de los presentes que contradecían la tradición de estas fechas. La práctica del ayuno, decisión personal que debía prevalecer en semana santa, comenzaba a perder el partido ante la venta y consumo de alimentos que crecía mientras los minutos avanzaban. La llegada de más personas desde jirón de la Unión, la alameda Chabuca Granda, jirón Huallaga y jirón Junín, sólo auguraba un próspero día para los vendedores.

Pero ella, que irónicamente asistió ese día a la plaza sólo como espectadora y no como una católica dispuesta a proseguir con la costumbre de recorrer las iglesias, sabía que esto no era nuevo. Al dirigirse hacia la Catedral, cruzando la pista que rodea toda la plaza, y que presentaba un tráfico de autos por culpa de muchas personas que tomaban la misma decisión, se topó con las escaleras invadidas de gente que buscaba descansar y apreciar el accidentado paisaje. La fila que se armaba en la puerta para ingresar a la iglesia copaba gran parte de las inmediaciones; la puerta seleccionada para la salida presentaba similares características. El día parecía interminable.

Los rayos del sol iban bajando su intensidad, el ambiente se tornaba más frío, y a pocos minutos para las seis de la tarde, un artista llamaba la atención por su trabajo. La calle Santa Rosa, exactamente al frente de la Catedral, descubría a un hombre dibujando en el piso empedrado la imagen de la virgen María y el niño Jesús en sus brazos. Sus únicas herramientas eran tizas de distintos colores, en donde el rosado, para la piel de ambos personajes, y el amarillo, para el vestido de la madre, prevalecían notoriamente.

Las luces de los postes se encendieron, el reloj marcaba las seis. Sentada en la vereda, a los alrededores de la Municipalidad de Lima, y apartada del movimiento en la plaza, se dio por vencida. “Ya estoy bastante cansada de caminar y mirar a tanta gente porque me incomoda. Vámonos.” Sus palabras fueron una orden de acuerdo inmediato. “Los jueves santo no se viven así; los viernes, generalmente, sí.”, exclamaba mientras, caminando por jirón de la Unión, sus pasos se iban perdiendo entre la multitud de personas que seguían llegando a la Plaza Mayor.

jueves, 14 de abril de 2011

La otra cara de la era digital

El crecimiento de una sociedad ha dependido, siempre, del nivel de complejidad comunicativa entre personas. La relación social se va construyendo mientras el hombre logra alcanzar más nexos con sus similares. Y es que sólo de esta manera, la producción cultural surge como tal, ya que los conflictos sociales determinan la creación, el contenido y la forma de una cultura específica. No cabe duda que, la Revolución Industrial marcó un hito, para que en la actualidad, el desarrollo de la tecnología supedite el estilo de vida del hombre, teniendo como consecuencia real una atmósfera de aldea global , donde las distancias físicas se han acortado, pero donde sobre todo, la información y el conocimiento se han democratizado.

Con la globalización, las industrias culturales –que son todo tipo de empresas dependientes de algún sistema tecnológico, forjadas en el capitalismo; produciendo, distribuyendo y haciendo circular consumo de bienes y servicios; como lo hacen el cine, la radio, la televisión, Internet, etc.- han sabido calar en todo territorio. El tráfico de producciones culturales (información) sucede porque éstas tienen un valor de mercado, universalmente reconocidos, debido al valor cultural que se han ostentado al formarse. Es la demanda la que fija un precio de cambio al producto cultural, y no la mano de obra ni los procesos para obtenerlo.

Pero la innovación, actividad constante y perenne del hombre, ha causado la creación de normas y leyes que velen por ese dinamismo; la amenaza de la piratería ha obligado a hacerlo. La era la de digitalización, que ha devenido por consecuencia del uso de codificación digital (código binario) de las industrias culturales, doblegó aún más la producción y distribución de bienes y servicios, pero abrió la posibilidad de ser imitados.

La invención es una propiedad intelectual, por lo tanto, se le considera un capital cultural, y éste viene a ser el caldo de cultivo de todo el proceso cultural. El posterior pago por los derechos de autor, se generan en la reproducción de aquel capital, que al mismo tiempo, al ser una cuestión universal, originan dispositivos de cobranza y control en todos los países. El creador cobra por cada producto vendido.

La piratería, sin embargo, a pesar de corromper con ese principio legal; encuentra en las misma tecnología las herramientas para poder multiplicar esos frutos. El MP3, la fotocopiadora, la quemadora, etc., son instrumentos que pertenecen a esta era de la digitalización que tantos beneficios ha traído a las industrias culturales. Las disqueras se encuentran en una encrucijada al no poder discernir entre los productos que distribuyen, que son legales, y la legalidad de la copia, si la producción de estos aparatos tecnológicos son provechosos para el ritmo de la era.

Si bien existe el Copyright –institución internacional que regula, por medio de normas, los derechos de autoría y patrimonio. Protege la propiedad literaria y artística del sujeto- sus límites existen en su propia labor. El estricto control que despliega en todo el mundo sólo es a nivel de copias y reproducción, mas no sobre el consumo del producto. Una persona, al comprar un disco original, puede hacer una copia de éste, porque ya le pertenece. Y ni si quiera hay ilegalidad al momento de hacerlo, porque existen las quemadoras que se venden en cualquier tienda y sirven para esa finalidad.

Pero si la piratería es vista como un brote perverso de la era digital, para beneficiar a las personas que no pueden pagar por productos originales; aquella entidad que se ubica como protectora del derecho de autor, Copyright, beneficia más a los sujetos que invierten en ésta, que al mismo artista, motor y sustento de existencia del defensor de los derechos del creador.

Podemos encontrar, entonces, en la piratería, no sólo el lado oscuro de la mencionada era, sino también como un factor que puede democratizar. Es más, imitar permite la sobrevivencia del legado precedente, y eso interesa más al artista, que prefiere perdurar en la mente de sus seguidores, que al Copyright. No se pudo y no se podrá evitar el surgimiento de herramientas tecnológicas que contribuyan, inconcientemente, a la expansión de la piratería. En todo caso, que dejen de producirlas.

domingo, 10 de abril de 2011

"Porque votar es una obligación cívica"

Faltaban siete minutos para las 11 de la mañana, y la primera cuadra de la avenida Perú, en San Martín de Porres, se mostraba tranquila. La gente se dirigía al puesto de periódicos para leer algún comentario relacionado al día electoral. “Piénselo bien” titulaba Peru21; “¡A decidir hoy!” expresaba la portada del diario Correo. “Piensa y vota bien” se veía en la carátula del Trome, el más leído de Latinoamérica. El tránsito de carros parecía amigable y las personas, estando en los paraderos improvisados, esperaban a su micro para trasladarse a sus locales de votación.

El lugar de encuentro fue el colegio José Granda, ubicado en la avenida Universitaria, cerca de la cuadra 30 de la Perú, que la cruzaba. En las inmediaciones de la escuela, los autos particulares y públicos no se permitían pase. Al mismo tiempo, la vereda que daba vuelta al centro educativo se encontraba invadida por las numerosas personas que votarían, y de las incontables carretillas que transportaban alimentos de todo tipo.

El infaltable “combinado”; el pollo asado; el ceviche; raspadillas; helados, y refrescos de maracuyá y chicha morada, en su mayoría, impedía a los paladares dejarlos pasar desapercibidos. La inestable situación que se vivía en ese momento alimentaba el ambiente de expectativa que por inercia se iba creando. Algunos transeúntes, alejados del caos, se dedicaban a formar su cola o de lo contrario, advertir en la gigantografía sus mesas de votación.

Ya en el interior se podía respirar un poco de orden. Los representantes de la ONPE se encargaban de ayudar a los despistados, orientándolos hacia los pabellones designados. Los soldados, que parecían estar presentes más para asustar que para ayudar, cargaban con sus armas a todos lados, patrullando los distintos ambientes del José Granda.

Pero eran acaso, los adultos mayores los que más nos llamaron la atención. Muchos en compañía de sus hijos o nietos; y otros, solos, o de la mano de sus parejas sentimentales. Mostraban ese ímpetu y decisión por hacer valer su opinión frente a las ánforas. Qué importaba si ya tenían más de 70 años y no estaban obligados a sufragar, el vivir en gobiernos democráticos ya los habían acostumbrado a hacerlo.

“Tal vez mi voto haga ganar a mi candidato”, respondía Clara Quispe de 71 años, a la pregunta “¿Por qué vota si ya no está en la obligación de hacerlo?”. Así también, Luzmila Córdova de 75 años fue contundente, “¡Quiero votar!”. Una de las parejas con las que nos topamos nos dejaba, también, en claro, su posición, “Votamos porque queremos; votamos porque podemos”. Y si bien todas las declaraciones eran válidas, nos conmovieron las palabras de una señora en silla de ruedas que prefirió quedarse en el anonimato, “Mientras pueda moverme, cumpliré con todo lo que es mi deber cívico”, una frase en donde la experiencia debe haberle aportado el mayor valor para su construcción

El sol se hacía más fuerte, y es que ya estábamos a medio día. De pronto, la presencia de una pareja de esposos nos motivó a proseguir con nuestro propósito. El peculiar dúo nos impedía sacarles unas fotos y darnos sus nombres. Ambos iban de la mano, y no pensaban soltarse en ningún momento. Él tenía 75, ella 70; y con su actitud nos dejaban en claro que uno acompañaría al otro a su salón de sufragio. Y así fue.

“Votamos por un cambio. Veo igual al Perú que cuando era joven.”, expresaba el marido. “Cuatro años está esperando el dinero de su jubilación”, aclaraba la mujer. Y mientras se detenían un rato cerca de la puerta de salida, porque la amada quería descansar un rato; nosotros nos dimos cuenta que habíamos cumplido con nuestro objetivo. El recoger esos testimonios nos hizo entender lo importante que es preocuparse por el bien común, que el voto va más allá de una simple obligación, y que es la democracia el modelo de gobierno y de vivencia que debe existir en un país. Sobre todo en el Perú.


El día empiezaLas portadasEl más leídoAvenida PerúA votarPasan los minutos El local de sufragioCaos inevitablePara votar bienLo más pedidoVariedadFila india ¿En qué salón me toca?La única entradaYa adentroAyudaEjemplo a seguirPersistencia Señora conscienteEl comentario del día¿Por qué votas?En compañíaSigue el mapaTodavía hay tiempo

sábado, 9 de abril de 2011

Milagros Leiva: “Un periodista que no lee, está muerto”

Me invitó a subir a su camioneta, con destino a la sede central de El Comercio, en el centro de Lima, tras olvidarse que la estaba esperando en la sala de recepción de Radio Programas del Perú (RPP). Milagros Leiva, periodista de ambos medios de comunicación, pudo encontrar un tiempo libre para atender a un periodista en formación. Con la mente ocupada y recargada por su agenda, sus múltiples ocupaciones periodísticas y el contexto electoral latente, Milagros parece tener el tema político a flor de piel. -El viaje en su auto lo dejó en claro. La entrevista, entonces, podría apaciguar y calmar esas revoluciones, ocuparse de revelar sus otros propósitos y objetivos. La intención de voto fue hecha a un lado.


¿Y dónde quedaron las crónicas?

(Suspiró antes de contestar) Es una pregunta bien difícil…dolorosa, sobre todo. Yo fundé “Contracorriente”, un espacio dirigido a las crónicas y las entrevistas en profundidad, en El Comercio. Pero, hubo un tiempo en que la sección cerró, y yo me fui del diario por un año para crear una revista, “Eva” se llamó, que era de la propia corporación… (Suspiró, otra vez, y guardó silencio) ¡Algún día vamos a volver a hacer crónicas!, porque creo que “Contracorriente” marcó un hito en el periodismo nacional y narrativo. Fueron muy buenas plumas las que escribieron ahí y hace falta que jóvenes escritores recuperen ese género que está tan manoseado. Pero es muy difícil. Se entiende poco a los cronistas, son personajes muy libres, necesitan mucho tiempo para cuajar su texto, y las empresas no están dispuestas a invertir. Demandan textos más rápidos, más cocinados. Pero yo estoy segura que pronto vamos a resucitar.

¿Qué pasó con aquella generación de cronistas de El Comercio? Julio Villanueva, Toño Angulo, Marco Avilés…

Yo adoro ese tiempo con la “Contra”. Fueron 8 años de intenso trabajo. Cuando se cerró la página, de lunes a sábado, fue como si mataran a un hijo mío. No entiendo las razones, hasta hoy, de porqué lo hicieron, pero las respeto. Julio se fue mucho antes de crear la “Contra”, él se fue a ver otros proyectos, y creó Etiqueta Negra. A Toño lo llamé cuando trabajaba en La República. Con él y Jimena Pinilla, que murió, creé “Contracorriente”. Contacté, también, a David Hidalgo y Miguel Ángel Cárdenas de ese mismo diario, porque me parecían buenos escritores. Gonzalo Galarza, que fue mi alumno; Javier Masías, que ahora está en “Cosas”. Marco Avilés nunca perteneció a la “Contra”, pero ayudó mucho. Los cronistas están. Siempre voy a creer que la noticia es una historia que merece ser bien contada. Lamentablemente, exige mucha libertad, y a veces eso puede “pisar cayos”.

Pareciera que ahora la forma de informar es monótona…

Sí, me parece que ahora ya no hay buena pluma, y eso lo veo con tristeza. Hay gente que escribe muy bien, no lo voy a negar. Pero creo que cuando existía “Contracorriente”, ese grupo de jóvenes referentes en Latinoamérica, porque escribíamos todos los días y éramos una apuesta editorial, creímos que sí era posible esta opción. Yo les decía que éramos como vampiros, porque podíamos reconocernos. “Lechuceros” todos. Ahora los “contreros” nos hemos dispersado.


Antes, las crónicas eran tu trabajo, ¿Ahora lo son las entrevistas?

Yo siempre he hecho crónicas y entrevistas, son y serán parte de mi vida. Creo que quien no sabe entrevistar, no sabe hacer crónicas, siempre lo he dicho. Ahora por las elecciones estoy en una coyuntura especial; no estoy desarrollando entrevistas a profundidad, como siempre lo he hecho. Pero me divierte y me entretiene. La entrevista siempre me ha hecho feliz.


Creo que hacer entrevistas te ha dado la posibilidad de tener más contacto con personajes políticos...

He recorrido muchos nichos: el cultural, el artístico, la pobreza. El periodismo político es uno más. Un periodista es importante porque hace calle, porque conversa con la gente; independientemente si sea con el presidente o un mendigo, me demanda la misma pasión y respeto. Me disgusta que digan que hacer periodismo político está por encima de otro. Me niego a creerlo.

¿Recuerdas alguna?

Recuerdo una entrevista que le hice a Belaúnde (ex presidente del Perú) que me demoró ocho horas. Él iba de un tema a otro y tenía que tener mucha paciencia. Pero fue maravilloso.

…¿Y Vargas Llosa?

Pero lo entrevisté con Raúl Vargas. A Vargas Llosa lo tengo que agarrar para mí sola, para romper su coraza, que es mi especialidad.


¿Qué debe tener en cuenta un periodista al realizar una entrevista?

Investigar. El escudo de un entrevistador es la investigación. Si tú vas a una entrevista sin saber quién es la otra persona, estás muerto, pierdes el control de la conversación, no tienes objetivos. No creo que tengas la sabiduría para enfrentar los comentarios sin saber de qué quieres hablar y con quién quieres hablar.

…¿Y al realizar una crónica?

Lo mismo. Un cronista que no se sumerge en un tema, está muerto; un periodista que no lee, está muerto. Lo he comprobado.

¿Qué tal la radio? ¿Te costó acostumbrarte a otro estilo de hacer periodismo?

No creo que una persona deba dormirse en sus supuestos laureles. Yo quería hacer algo distinto, y la radio siempre me interesó. Me chocó al inicio el hecho de que las preguntas debían ser cortas, que no hubiera tiempo para la profundización. Pero me niego a decir, a pesar de que la radio es de información inmediata, que hay diferencias con prensa escrita, radial o televisiva. Lo principal es investigar, esa es la clave. Leer hasta que te duelan los ojos.

RPP y El Comercio, dos grandes referentes del periodismo nacional ¿Cómo manejas tus tiempos?

Al inicio, mis tiempos los manejé con mucho estrés. Tenía que estar en la reunión de editores de El Comercio, luego, volar a la radio, para después regresar. El tráfico era un factor fatal. A veces llegaba tarde al diario y me estresaba mucho, no me dejaba tranquila. Ahora ya no. Estoy en el diario en las tardes. Nunca he tenido problemas con la información. Despierto escuchando el noticiero en la radio y me duermo viendo a Rosa María (Palacios).

¿Te desenchufas de las noticias en algún momento del día?

Cuando estoy de vacaciones. ¡No leo nada!. Me desconecto de todo.

¿Te sientes una mujer realizada?

¡No! Me falta mucho. Me falta escribir un libro, hacer mi película, hacer documentales, formar mi propia revista… ¡Me falta un mundo! Creo que uno nunca está realizado, el día que lo creas estarás muerto.

“Se me va el tren” un nombre muy sugerente para un blog…

Sí (risas). Al principio me pareció muy agresivo, ahora me río. Aún no me he casado, aún no tengo hijos. Por ese lado, aún no estoy realizada.

¿Cómo fue tu experiencia de hija que ahora quieres ser madre?

He sido una hija muy engreída. Mi infancia la recuerdo con mucho cariño. Cuando vine de Huancayo a Lima, me distancié de mi papá, pero creo que, junto con mi mamá, han sido buenos padres. No quiero ser mamá por creer que uno debe tener un hijo, o porque alguien te tiene que acompañar; no por esos bastones tontos y pensamientos retrógrados. Me parece injusto para con los hijos. Ellos no son ni bastones, ni bancos, ni aseguradoras de pensiones. Simplemente quiero serlo porque lo siento adentro, si no lo fui antes fue porque no me sentía responsable. Ahora creo estar preparada para educar a un hijo.

¿El no ser madre es un sacrificio por ser buena periodista?

No lo sé. Mi mamá me dijo lo mismo, que como me había dedicado a mi trabajo no he podido tener un hijo. Pero cada uno tiene sus coyunturas. Conozco a buenas periodistas que son mamás. Simplemente no se dio. No es porque sacrifiqué o prioricé algo. Yo no haría esas categorías de “mujer exitosa, mujer soltera”.

¿La paciencia debe ser una virtud de una mujer antes de ser madre y siéndola?

Creo que más que la paciencia, la tolerancia debe ser la principal virtud de una persona que quiere tener un hijo. Lo primero que tienes que aceptar es que tu hijo no será como tú quieras que sea, y yo espero tener la suficiente tolerancia para aceptar las diferencias con mi hijo o hija. Y es que soy amante de la libertad.


“Entrevistar a Obama, estar en la final de un mundial de fútbol, escribir un libro”… “¿Aprender a cocinar?” ¿No es parte de ser madre?

¿Por qué? Alguien me podrá ayudar o, tal vez, mi marido. Gran cocinera no soy. Detesto los olores de la cebolla, odio las sopas, y si me dices que si me das a elegir entre cocinar o leer una novela, entonces leeré una novela, lo lamento. Prefiero hacer otras cosas. No soy de las que me despierto a alistar la mesa para poder desayunar. Antes me sentía culpable por no saber cocinar, pero ya no. Cada uno es como es. Mi hijo se podrá burlar de mí por no saber hacerlo, pero podrá decir que le leía cuentos.

¿Hay algo inmediato que quieras realizar?

Quiero hacer un programa de televisión, de entrevistas. En eso estoy.

Ley a secas


La denominada “Ley Seca” entró en vigencia el día de ayer a las cero horas, como lo dicta la Ley 26856, días previos a las elecciones presidenciales. El órgano regulador para el día de los comicios, Jurado Nacional de Elecciones (JNE), ha venido impulsando el voto responsable y no viciado, teniendo en cuenta que el obedecer esta ley permitirá el requerido desenlace de sus premisas. Pero como ha venido sucediendo hasta estas horas, muchos locales, entre bares y licorerías, no han hecho caso a la norma, siendo clausurados y sancionados.

Sin embargo, lo irónico en este ambiente de abstinencia, es que el mismo presidente de la República, Alan García Pérez, haya faltado al cumplimiento de la Ley. Si bien ésta no castiga el consumo de alcohol, sí castiga la venta. Y ayer, al Jefe de Estado, no se le ocurrió mejor ocasión que celebrar en el patio de Palacio de Gobierno, los más de 10 mil kilómetros de pavimento de pistas en su gobierno, junto con todos los obreros que lo hicieron posible, con pisco sour y cerveza. Al son de la orquesta que animaba el evento, litros y litros de alcohol eran servidos en jarras en las distintas mesas que se ubicaron para que los trabajadores, como premio a su esfuerzo, disfruten de un merecido almuerzo. Donde la cerveza, como buena tradición peruana, no podía faltar.

La burla al estricto control que despliega el JNE en las calles del país, no tuvo ni consideración que en Arequipa, en el pueblo de Islay, recién se había puesto fin al estudio de impacto ambiental del proyecto Tía María, que venía ejerciendo la empresa inversora Southern Peru Copper, debido al conflicto que se había armado entre ésta y los pobladores, teniendo como saldo 3 muertos.

Este domingo 10 de abril se llevarán a cabo las elecciones presidenciales 2011, donde los candidatos luchan palmo a palmo por alzarse como presidentes. Si elegir bien, pensando a futuro en el buen desenvolvimiento de un gobierno, depende de la sobriedad y la obediencia, desde ahora, de una Ley de función ocasional, entonces hay que ser responsables. El lunes 11 de abril, a patir del medio día, queda sin efecto la norma. El voto es seguro.

martes, 5 de abril de 2011

Crónica de una entrevista nunca realizada

Asistí veinte minutos antes para evitarme problemas de tardanza. El edificio no era un objeto monumental, pero no pasaba desapercibido por las inmensas antenas ubicadas en la parte superior, y por el infaltable logo de la empresa, que permite a los transeúntes imaginarse la labor que se cumple en su interior. Eran las instalaciones de Radio Programas del Perú (RPP) el lugar previsto para mi entrevista. No me había generado tantas ilusiones al saber, por correo electrónico, que la tendría frente a mí, conversando y enterándome de su vida profesional, un lunes por la mañana. De todas formas, era Milagros Leiva el personaje con el que conversaría; una mujer -a mí parecer- centrada, bien preocupada, y sobre todo, muy segura de sus comentarios.

Al llegar a la puerta, me dirigí a la garita de seguridad para hacerle saber al agente, que entrevistaría a Milagros. Muy sorprendido y desentendido, me dijo que la periodista aún no había llegado, y aún más, que no había avisado de la presencia de un externo a las 11 de la mañana para una entrevista. No obstante, me dijo que esperara, si se había comprometido a hablar conmigo. Yo era el interesado, así que hice caso.

Mientras esperaba en la puerta y miraba el reloj de mi celular, percibía todo el movimiento que crecía mientras los minutos avanzaban en Paseo de la República. La avenida Aramburú –justo en la entrada del puente que traspasa la vía expresa- se congestionaba, debido a la cantidad de carros que venían de Paseo de la República y que intentaban cruzarla, y también, a que los semáforos detenían muy seguido el paso de los autos de la primera avenida, interfiriendo en el fluido deslizamiento de éstos.

Ya eran las 11 y 40 y se detuvo una camioneta Nissan de color rojo, con lunas polarizadas, en la puerta del edificio. Yo no sabía si Milagros tenía auto, pero tenía la esperanza de que sea ella quien descendiera de aquel. Se abrió la puerta de atrás, y la figura femenina que bajó fue identificada en el acto, pero sin mayor importancia para mí. “Rosa María Palacios ¿Por qué no pensé en ella” se me ocurrió; mientras le abrían la puerta y caminaba hacia el interior de RPP.

Muchas personas en camisa y pantalón, en faldas y blusas, en jeans y polos, entraban y salían del lugar. En ese momento decidí sacar mi celular con la intención de conectarme a la internet. Sin pensar, tecleé la palabra Facebook para unirme al mundo virtual. Ya distraído, y olvidándome de mi propósito en la radio, empecé a leer las publicaciones. Repentinamente, hubo una que me llamó la atención. Mi tutor mencionaba que el ex rector de mi universidad, Vicente Santuc, había fallecido en la madrugada, en París. Casi era imposible de creer. ¡Sólo tenía unos días allá!

Inevitablemente, se me pasó por la mente aquel hombre que caminaba por los jardines de la Ruiz, con las manos atrás, con su gorra inglesa siempre característica; con la mirada al frente, dando a entender que siempre había algo por hacer; aquel hombre que había creado la Escuela de Filosofía y Pedagogía Antonio Ruiz de Montoya, para luego hacerla universidad; abriéndome la posibilidad a mí y a muchos otros de alimentarnos del conocimiento, y formarnos como humanistas. “¡Adiós, Vicente!”

Ya desconcertado, intenté no exteriorizar mi malestar. Estuve mirando de un lado a otro, esperando que algo o alguien me hiciera cambiar de cara. Raúl Vargas salió, pero, inmediatamente, subió a un auto rojo en donde el chofer ya lo esperaba. Chema Salcedo, que vestía la camiseta de un equipo de fútbol que no pude identificar, salió acompañado de un hombre del recinto y dijo, a los que estábamos afuera, –porque éramos tres-: “¿alguien me busca?”. Al no recibir la mínima atención, se retiró hacia el grifo que estaba al lado del edificio.Eran los 12 y 20.

Esperando a que sea la una de la tarde, hora en la que Milagros y Chema salen al aire en “La rotativa del aire”, y dándome igual si hacía la entrevista o no, intenté buscar a Chema.
Logré encontrarlo en el grifo. Lo saludé, me presenté, y le expliqué el motivo por el que estaba hablándole.

-“Milagros aún no llega”, me dijo.
-“¿Cree que puede darme su número de celular?”, le contesté.
-“Es que no lo tengo. Pero si me dejas tu número se lo puedo dar a ella para que te llame”, finalizó.

Sin bacilar, apunté mis datos en un papel y se lo di. No le creí nada de lo último que aclaró, pero entendí que no le daría el número de celular de una amiga y compañera de trabajo a un desconocido. Pero yo no perdía nada intentándolo.

Ya cerca a la una, y sin ver algún rastro de la Leiva, decidí irme. Minutos después, ya en el micro, recibo la llamada de mi mamá:

-“¿Y qué tal la entrevista?”, preguntó.
-“Nunca hablé con ella. No se apareció. ‘Que se le vaya el tren’ de una vez”, respondí.
- Ella está al aire. Bueno, ya tendrás otra oportunidad”; me dijo mi mamá, siempre tan esperanzadora como cualquiera de su clase.

Yo no sé. Me dijeron que esperar es parte del oficio de un periodista; Santuc mencionó que “la filosofía es paciencia”; y yo creo que cuando sea un profesional y me necesiten para una entrevista, no dejaré esperando a alguien...por más de dos horas y media.

domingo, 3 de abril de 2011

Debate presidencial en vivo:

Sigue aquí los twits sobre el debate presindecial en el hotel Sheraton.


lunes, 28 de marzo de 2011

"El mejor escenario para que la empresa privada se quede, es en un gobierno con Ollanta"

Llegó 20 minutos tarde, pero se había justificado con una llamada al celular: estaba en campaña, cerca al mercado de Caquetá en San Martín de Porres, su distrito; a 10 minutos de nuestro punto de encuentro, frente a la puerta 5 de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Lucía Alvitez, 25 años, egresada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de la carrera de sociología, con estudios de postgrado en la Universidad de Chile, habló con nosotros sobre su candidatura al Congreso y la visión que tiene el partido Gana Perú de la realidad del país, y los cambios que propone para un hipotético gobierno nacionalista. Se lanza al parlamento con el #34.

¿Has estado ligada a la política anteriormente?

Desde los 15 años empecé a organizarme, a hacer política por una cuestión de necesidad con mucha gente de mi generación. Estuve en las marchas contra la dictadura de Fujimori, en la Marcha de los Cuatro Suyos, y posteriormente, cuando ingresé a San Marcos, fui dirigente estudiantil.

¿Eres activista?

Sí, me considero activista.

¿Eres militante del partido Gana Perú?

Sí, me inicié en el partido desde el año 2009; sin embargo, desde el año 2006, apoyo la candidatura de Ollanta porque creo que es la única alternativa de cambio. Desde ese año, también, organizo a mi distrito cuando hay algún debate para apoyar la candidatura del nacionalismo.

Puedo deducir que los candidatos al Congreso han percibido y vivido adversidades en sus vidas ¿Por qué quieres ser congresista?

Siempre he tenido un fuerte compromiso con la gente, sobre todo con la gente excluida. Cuando llegué al partido, milité con la juventud, y fueron las dirigentes de base quienes propusieron mi candidatura al Congreso. Y yo quiero llegar a él porque quiero representar, legislar y fiscalizar para mi pueblo.

¿Entiendes, entonces, que debes ser representante del pueblo y no del gobierno?

Por supuesto. Quien te elige son los peruanos y peruanas. El interés nacional, el interés que tú representas cuando llegas al Congreso, es para hacer política para la gente. No para servirte de ella. Candidatos de otras listas con posibilidad de ganar han firmado un pacto, que lo dirige Roque Benavides, dueño de la minera Yanacocha, en el que se indica, por ejemplo, que no se deben crear leyes que afecten a la minería. Eso es poner por encima del interés nacional, del interés de la gente, el interés de una empresa minera.

¿Debe haber más jóvenes postulando al Congreso?

Sí. Yo creo que debe haber juventud comprometida que aspire llegar al Congreso. Y es que los jóvenes salimos de realidades específicas. Somos, por ejemplo, universitarios que, al terminar nuestra carrera, nos encontramos en una realidad en la que no tenemos oportunidades laborales. Se necesita, por eso, representantes de esa juventud que legislen para la juventud; que se encarguen de organizar, crear y fomentar, políticas sociales para dar oportunidades a esa juventud.

¿Qué deben tener en cuenta los candidatos jóvenes, con respecto a los ya experimentados, en cuanto a las propuestas?

Yo creo que desde jóvenes debemos organizarnos para hacer política. Nosotros estamos comprometidos, de llegar al Congreso, de hacer campañas de concientización hacia los jóvenes para que se preocupen por lo que pasa en la política de su país. Porque si el Perú se atrasa, nosotros también. La juventud es rebelde ante la injusticia, y es por eso que debe ser un sector de la ciudadanía activa, en la fiscalización, en el cuestionamiento y en la crítica. Nosotros canalizaremos esa actitud para crear un Estado más eficiente. Además, proponemos la revocabilidad democrática, fuera, el afectado, congresista o presidente de la República; lo que la gente puso, la gente lo saca.

A pesar de ser los representantes del pueblo, los congresistas desconocen muchas realidades. ¿Van a ser los jóvenes congresistas la solución, en parte, a este vacío?

Depende. Luciana León, que entró con 27 años al Congreso, nunca se pronunció por todos los jóvenes que están contratados en la modalidad de SERVIS; ni en los CAS, que es una modalidad en la que el Estado hace contratos de personal, en donde los derechos laborales están recortados. Entonces, ¿De qué vale una juventud que llega al Congreso y que no está comprometida con el desarrollo del país ni con los jóvenes de su patria? Nosotros contamos sólo con la juventud preocupada.

¿Cómo nace tu propuesta por crear la ley de empleo juvenil?

Muchos estudiantes de San Marcos y la Agraria, han sido contratados por el Estado bajo la modalidad de CAS, y no tienen ningún derecho laboral. Te despiden de un día para otro y no pasa nada. Los universitarios salen a conseguir trabajo, y les exigen experiencia laboral; pero cómo vamos a tener experiencia si no nos dan la posibilidad de tener experiencia profesional. Justamente, para cubrir esas carencias, pensamos en generar un sistema de políticas públicas que fomente un empleo juvenil bien remunerado, para que nosotros podamos ser el futuro.

Sabiendo que ya existe una ley de formación laboral juvenil (Ley Nº 27404) ¿Tu propuesta está pensada en reemplazarla?

Nosotros creemos que debe haber una ley general de trabajo, en donde todos estén bajo un régimen único y estén en planilla. Y eso incluye a la juventud. Por otro lado, proponemos que el Estado cree un sistema de políticas juveniles donde se fomente el trabajo en la juventud en el sector público y privado.

*Suena el celular de Lucía. Ella se queja con la persona al otro lado de la línea, que el Jurado Nacional de Elecciones le está pidiendo certificados de sus estudios de postgrado en Chile. Le disgusta lo tedioso que es el trámite.

Esta propuesta ¿puede ser complemento de tu otra propuesta, de garantizar protección a madres embarazadas? Entendiendo que muchas mujeres se inician como madres en su juventud.

En el Perú no existe una política de control de natalidad. Un chico o una chica menor de edad, por ejemplo, no puede ir a una posta médica a pedir anticonceptivos, lo cual está mal porque no se previene el cuidado de esos chicos. No hay que vendarnos los ojos; los chicos de ahora inician su sexualidad a los 16 o 17 años. En primer lugar, nosotros impulsaremos una política de educación sexual desde los primeros años. Desde niños, que se empiece a nombrar las cosas por su nombre, para que cuando sean jóvenes puedan tener una vida sexual sana y responsable. Lo segundo va por una política de control de natalidad. Con campañas, con atención a las madres, a las mujeres jóvenes, etc. En tercer lugar, muchas madres jóvenes solteras se encuentran en una desprotección total, ante esto, planteamos que, desde la distribución de la riqueza, exista un bono para la mujer embarazada, para que la mujer decida qué hacer con la plata. Otros países lo hacen, como en Chile y países de Europa. De esta manera, el Estado respaldaría a la mujer.

¿Conoces a candidatos jóvenes que propongan alternativas viables para una mejora social?

Hay una propuesta de una candidata de Apurímac que me gustó mucho. Ella no es de mi partido. Planteaba que, los congresistas que sean de provincia, cumplan con ir cada cierto tiempo a su región a rendir cuentas a su pueblo. Me pareció una propuesta justa, sobre todo porque muchos candidatos olvidan a su gente.

¿Cuánto crees que pese la candidatura presidencial de un partido para la lista parlamentaria? Fuerza Social y el APRA prescinden de sus respectivos candidatos, por ejemplo.

Yo creo que una fuerza política, que tiene plan de gobierno, que plantea todo un programa, necesita de un liderazgo. De hecho que le quita fuerza a las listas parlamentarias no tener un candidato a la presidencia.

¿Es Ollanta Humala una buena alternativa para la presidencia?

Por supuesto. Ollanta representa la única propuesta de cambio para el país. Nosotros optamos por cambiar de modelo, porque el neoliberal ya no da para más. Éste ha tenido a la mayoría de población excluida, ha construido un centralismo limeño, y ha llevado a la gente a la miseria. Gana Perú plantea la economía nacional de mercado, que significa que el Estado juega un rol importante y estratégico. Proponemos un impuesto a la sobreganancia. El oro ha subido, del 2000 al 2011, como ocho veces más, y las empresas mineras han ganado ocho veces más sin invertir más. Ahorita, lo que pagan las empresas es sólo el impuesto a la renta, de ésta, el gobierno central, divide un 50% para la región donde se ha hecho la extracción minera. Prácticamente, el Estado subsidia a esa empresa. El canon minero, en sí, es un impuesto a la extracción de recursos no renovables. El oro se acaba, y se acabó. Entonces, nosotros proponemos que ese dinero se debe redistribuir, y así crear programas asistenciales como “Cuna más”. Planteamos una política seria y grande para el tema de corrupción, que anualmente se lleva S/. 10 mil del presupuesto nacional, crearemos una Comisión de la Verdad para que se señale con nombre y apellido quién robó al país, y así nunca más ocupe un cargo público.

¿Por qué tuvo que cambiar de actitud con respecto a las últimas elecciones? Ya no se escucha de su vínculo con Hugo Chávez y su simpatía con Evo Morales. De todas formas, sus ideales siguen siendo los mismos…

Los medios también me han hecho preguntas similares. Lo que se ha querido hacer es construir una imagen más en referencia al proyecto nacionalista; se ha querido dar el mensaje de otra forma, mucho más serenos. Pero el programa sigue siendo el mismo que se presentó en el 2006. Ollanta es un líder a nivel nacional, y, bueno, se ha reunido en Venezuela, en Brasil, también en Chile, Ecuador, Bolivia, con embajadores norteamericanos.

Has hablado del control sobre los políticos como una alternativa de cambio ¿Crees que el nacionalismo se lleve bien con la democracia representativa? Me refiero a que si los congresistas podrán laborar de forma normal.

El Legislativo es un poder autónomo, es el pueblo quien escoge a sus representantes. Obviamente, si los congresistas van hacer leyes para beneficio de empresas y en desmedro de los intereses nacionales, se tendrá que hablar con los parlamentarios y el mismo pueblo tiene que salir a fiscalizar. Creemos que el pueblo es el mayor veedor, aún más que el Ejecutivo.

Al parecer, esta vez, Humala se preocupó por enlistar a personajes más capacitados. ¿Crees que aprendió la lección tras el escándalo, en el 2006, de los representantes cocaleros que aspiraban a llegar al Congreso en su lista?
Tenemos, por ejemplo, a Teresita Antazú, que es una mujer indígena luchadora, y que ha sido perseguida por el gobierno de Alan García; está Javier Diez Canseco, un luchador socialista; Nancy Obregón, que es considerada una dirigenta social.

¿Es la democracia, a tu juicio, el modelo político al que debe apuntar todo gobierno?

El Perú tiene que ser un país democrático. No en el sentido abstracto, la democracia se debe practicar todos los días. Y tiene que ver con el respeto a los ciudadanos y ciudadanas, el respeto a la libertad de expresión, el respeto a que el pueblo decida lo que quiere para su país. La democracia es, así uno tenga más plata que otro, que haya educación de calidad para todos. Sin embargo, la democracia en la que vivimos no es así. Todos los años hay gente que muere de frío en Puno; hay gente que se infecta del dengue en los meses de febrero, y no hay una política preventiva. Eso no es democracia.

Recordando su última candidatura y comparando con la de ahora ¿Humala quiso/quiere privatizar las empresas?

Creemos que debe haber inversión extranjera y privada. Nosotros no pensamos en una economía autárquica ni nada por el estilo, pero sí queremos que esas inversiones dejen algo para el país, que es algo que no está pasando. No pretendemos estatizar nada, pero creemos que el Estado debe fomentar empresas nacionales fuertes, como pasa en otros países: Brasil y Chile, por ejemplo. Todos los candidatos plantean lo mismo, menos Ollanta; todos quieren seguir con el modelo neoliberal. Creemos que si siguen con ese modelo, hasta la inversión privada se va a ir, porque siempre se generan conflictos sociales, justamente, por la desigualdad al no distribuir la riqueza. Entonces, el mejor escenario para que la empresa privada se quede, es en un gobierno con Ollanta, porque él hará la distribución de la riqueza y los conflictos sociales se reducirán.

¿Ves a Ollanta Humala como presidente y cumpliendo con todas sus propuestas del plan de gobierno?

¡Por supuesto!