domingo, 23 de octubre de 2011

Patricia del Río: “El periodismo es un trabajo absolutamente apasionante y absolutamente absorbente”


Antes de ir a comprar adornos navideños a Mesa Redonda con su hijo Adriano de 3 años, Patricia del Río se dio un tiempo para hablar con un estudiante de periodismo sobre su realidad laboral, su pasado en Radio Programas del Perú (RPP), su movimiento en Twitter, y de su trabajo en televisión, y no hablo del de leer un telepromter como lo hace todas las noches, de lunes a viernes, por canal 9, sino del programa que tendrá en señal de cable en los próximos meses. Lingüista y también profesora, respondió a mis inquietudes.


¿Tan apasionante es el periodismo que personas de otras profesiones se involucran en él? Álvarez Rodrich, Rosa María Palacios, Raúl Tola...

Es una muy buena pregunta. Sí, y supongo que para mí que he estudiado lingüística es más apasionante aún porque la lingüística es la base de las comunicaciones, el lenguaje es la herramienta número uno del ser humano para enfrentarse al mundo. Y creo que el periodismo es la puesta en práctica de eso mismo de manera profesional. Es un trabajo absolutamente apasionante y absolutamente absorbente.

Pero en tu caso ¿Por qué decidiste sumergirte en el periodismo?

Estudiar comunicaciones siempre fue una opción, pero en mi época la Universidad Católica no tenía esa carrera, y a la Universidad de Lima yo no iba a entrar porque era como un cliché que las chicas ingresaran a estudiar comunicaciones ahí, esa facultad parecía más una pasarela de modas. Creo que yo no lo decidí. Yo me encontré con el periodismo, me vi haciéndolo y me gustó.

Y parece que es lo tuyo. Escribes en Perú21, estuviste en RPP, ahora estás en ATV…

Pero también podrías decir lo mismo de la lingüística, que también era lo mío porque me iba bien. Y en general las cosas que he hecho en mi vida las hice con mucho entusiasmo. Creo que debemos saber sobre las cosas en las que tenemos talento. Jamás en mi vida se me hubiera ocurrido estudiar ingeniería, soy una bestia en matemáticas ¡Hubiera sido la peor ingeniera del mundo! Cada uno tiene que ser consciente de su campo de interés. Pero más allá de eso, encuentres o no el trabajo de tu vida, tienes que ponerle ganas.

Entonces, estar en Somos (la revista fue su primer centro de trabajo en el periodismo) fue un reto…

Yo todo lo tomé con vocación de aprendizaje, con la misma seriedad en la nota que me tocara. Estando en RPP recordé la variedad de temas que toqué en Somos y que me sirvieron mucho, porque en la radio, que es este espacio impredecible donde tratas temas en los que no te has preparado, me di cuenta de la cantidad de cosas raras que sabía por haber hecho periodismo de revista (risas). Creo que tenía condiciones para ser periodista porque era lingüista, y porque tenía condiciones para realizar una carrera de letras.

¿Por qué decidiste tu salida de RPP después de 5 años de estar laborando en ese medio?

Soy una persona que cree que si uno no se mueve no cambia. Los cambios pueden ser positivos, y a veces no, pero son necesarios. Yo cada cinco años cambio de trabajo, y siempre es por la misma razón, nunca me he ido peleada de ningún lado. Siempre ha habido alguien que me ha ofrecido una oportunidad que para mí representa un reto, RPP ya no me retaba, y la televisión era un pendiente.

Pero anteriormente ya te habían propuesto trabajar en televisión

Sí, pero en ese momento estaba en pleno proceso de aprendizaje en RPP, aún no había cubierto ninguna campaña presidencial ni electoral. Recuerdo que ni bien entré a la radio, a los cuatro meses, me llegaron ofertas para hacer televisión, algunas insólitas como dirigir programas de entretenimiento y espectáculos ¡cojudeces! También me ofrecieron trabajar en noticieros, como lo estoy haciendo ahora. Pero yo en RPP entrevistaba, en una semana, a más personas que alguien que trabaja en televisión podría hacer, probablemente en un año o en toda su vida. Y eso era un privilegio que no me lo iba a perder.

Tu estancia en RPP coincide también con el ingreso y salida de Milagros Leiva. Justo dos referentes de la radio se van…

Sí (risas), creo que la coincidencia se da por un tema generacional. Para sentarte en la silla de RPP tienes que tener determinado aplomo y recorrido, determinada edad, y Milagros y yo habíamos demostrado solvencia al hacer nuestras entrevistas. Curiosamente el puesto que yo ocupé en Ampliación de noticias, que fue mi puerta de entrada a la radio, lo iba a tomar Milagros, ella era la primera opción. Pero no quería desvincularse de El Comercio. Fue una casualidad absoluta que nos hayamos ido al mismo tiempo, pero salimos por razones muy distintas.

Tener una columna de opinión te trae conflictos ¿Qué pasó con el que tuviste con Rocío Silva?

Creo que el tema de ‘Mocha’ García Naranjo ha sacado mucha roncha. Esa semana me peleé con medio Facebook. Los peruanos en general no sabemos discrepar sin picarnos, ese es el primero punto. Las personas tienden a juzgarte cuando tus ideas no les gustan. Lo sucedido con Rocío…creo que a veces uno se ofusca más de la cuenta. A veces uno dice una cosa y el otro se ofende y contesta otra peor…Es parte de la chamba.

Para determinados casos, personas que pueden seguir una misma línea de opinión se desentienden. Tú y Rocío dicen ser ‘caviares’, pero discreparon frente al caso García Naranjo.

Yo hubiera opinado igual sobre otro ministro de cualquier otro gobierno, y ahí está mi coherencia frente a mi postura ideológica, política o como quieras llamarla. Yo no voy a amoldar mi opinión al gobierno de turno por más que éste, en términos teóricos, me guste más que los anteriores. Me da risa porque la gente me exige objetividad cuando escribo mi columna, me dicen que me creo dueña de la verdad, pero de lo único que soy dueña es de mi opinión.

Y a propósito de la gente ¿Cómo es tu tráfico en Twitter?

Twitter es como el juego ‘callejón oscuro’, entras y todo el mundo te pega (risas). Facebook es una fiesta a la que vas invitado con tarjeta, porque sabes quiénes van a estar; Twitter es como una discoteca, se te acerca quien sea. A raíz del artículo que escribí sobre el acoso sexual contesto menos a los usuarios. Fue cuando recibí esta especie de bullying. Me deprimió mucho que el ‘apanado’ venga por un tema de género, porque en el Perú estamos demasiado lejos de donde deberíamos estar en tópicos como ese.

Felizmente, cuando eso sucede, tienes a un hombrecito aquí que te distrae para bien.

Y no sólo me distrae para bien, mi hijo me obliga darle a las cosas su verdadera dimensión. Ese sábado, por ejemplo, que publiqué el artículo sobre el acoso sexual, me cargué de esa onda tan negativa de la gente por Twitter que, Adriano, al verme mal, cogió mi celular y le tiró un vaso con chicha. Fue su manera de decir ¡Basta! Y desde entonces dije que nunca más dejaría que vuelva a pasar eso porque tengo un hijo que criar, que se merece a una mamá tranquila y en buen estado de ánimo.

Supongo que el ser profesora es otro tipo de desfogue

También. Enseño desde los 19 años. Me encanta la docencia. A veces me gustaría tener más tiempo porque lo ‘pajísima’ de ser profesora es que te enfrenta a puntos de vista de otras generaciones. Y esto para mi trabajo es súper importante.

¿Recuerdas alguna anécdota dentro de las aulas?

Una vez me desmayé frente a mis alumnos, en la UPC (Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas). Un chico se había operado la nariz y fue a la clase parchado, sin haberse recuperado, con sus ojos rojos, y yo trataba de no mirarlo porque su cara era muy impresionante (risas). Y yo no puedo entrar a una clínica, no puedo ver sangre. En un momento el chico me pidió que lo ayudara con un ejercicio porque era un curso de redacción, yo me acerqué por atrás para no mirarlo, y él volteó para hablarme, su rostro estaba muy cerca al mío y me mareé horrible. Luego me fui caminando y me caí.

Me enteré que cuando enseñabas en la PUCP le gritaste a una chica en una clase, y para el ciclo siguiente ella se cambió de carrera ¿Qué le dijiste?

¡Qué le habré dicho! pobre chica. Pero en la Católica me encontraba con alumnos que no leían periódicos, y a mí me da mucha cólera esa gente que no se toma en serio sus estudios. Puedo ser muy dura con alguien que se toma muy a la ligera las cosas, me molesta el desprecio que tienen algunos de su propio futuro. Yo soy de una generación que entró a la universidad, y donde al mes siguiente arrancaron los ‘paquetasos’. Vi a mucha gente con talento dejarla porque no podía pagar la boleta a la que de pronto se le aumentó un cero. Si pagabas 5 mil, al mes siguiente tenías que pagar 50 mil porque así fue la inflación. Y la universidad nacional no era una opción porque estaba Sendero Luminoso. Y que los alumnos de ahora, que saben que están sentados en una carpeta donde es un privilegio estudiar, me vengan con no tomársela en serio… ¡Por favor! Es para cachetearlos.

¿Y cuán distinto es estar frente a cámaras en tu nueva etapa laboral?

Es totalmente distinto a lo que he hecho antes, pero no es tanto la cámara como la espectacularidad. En la tele tienes control de todo, y todo es como una puesta en escena, esa es la mayor diferencia. En la radio era como estar en la sala de tu casa. De pronto se hablaba sobre un tema de historia y Raúl (Vargas) llamaba a Efraín (Trelles), que bajaba y al llegar a cabina decía “¿Qué pasa? ¿Estamos al aire?” “Sí, ven, esta es como nuestra sala, siéntate y conversa” ¡Magnífico, pues! Se extraña esa cosa tan natural que tenía la radio.

¿Quieres adelantar algo de lo que harás en televisión?

Sí, estaré un programa noticioso que durará 2 horas. Habrá manejo de información y entrevistas a distintos tipos de personajes, gente ligada a la política, a la cultura, a las artes. Yo calculo que el programa saldrá al aire a inicios del próximo año, pero tal vez es en diciembre. Sólo queda esperar.